El Censo inicia su labor
La carrera para saber cuántos somos acaba de empezar. Cerca de 56 mil trabajadores de la Oficina del Censo ayer dieron inicio formalmente a la distribución de cuestionarios a través de la entrega directa en cerca de 12 millones de residencias en todo el país en donde resulta complicado el envío por la vía postal.
La mayor parte de estos formularios serán entregados en las zonas rurales, en donde un gran porcentaje de los destinatarios son campesinos hispanos. Otra área que será cubierta por esta operación es la ubicada en la costa del Golfo, en las áreas afectadas por el huracán Katrina.
Los cuestionarios serán entregados en una bolsa de plástico que será depositada en la puerta principal de cada hogar. La Oficina del Censo ha hecho un llamado a quienes reciban este cuestionario para que llene las 10 preguntas que lo conforman y lo envíen de regreso por correo utilizando el sobre prepagado que va incluido en el paquete.
"Independiente de la forma en que reciban el cuestionario es importante que sea llenado y enviado de regreso lo antes posible", comentó ayer el director de la Oficina del Censo, Robert M. Groves, durante un evento en el barrio de Boyle Heights, en el Este de Los Ángeles.
Ninguna de las preguntas contenidas en este documento solicita información confidencial por parte de la persona que lo llena y se estima que toma tan sólo 10 minutos responder a todas las preguntas.
En caso de que llegado el mes de abril los formularios no hayan sido recibidos de regreso, un grupo de trabajadores del Censo empezará a recorrer los hogares para auxiliar en el llenado a quienes no haya podido responder por una u otra razón. Sin embargo Groves hizo énfasis en que el envío por correo puede ahorrar miles de dólares en dinero de los contribuyentes.
"El sobre prepagado que anexamos en el paquete para recibir de regreso el cuestionario cuesta tan sólo 42 centavos", comentó Groves. "Pero la Oficina del Censo deberá gastar cerca de $25 por cada persona si tenemos que ir directamente a tocar a la puerta de las viviendas que no lo hagan así.
De acuerdo con cifras del Censo, en el año 2000 un 72% de la población envió de vuelta el formulario por la vía postal. Se estima que por cada punto porcentual que se logre elevar la cifra en esta ocasión, se estarán ahorrando 85 millones de dólares en costos de operación.Ayer por la mañana Groves y un grupo de funcionarios electos visitaron la escuela Garza Primary Center, cuyos estudiantes son en su mayoría latinos; una de las comunidades consideradas como "difíciles de contar".
En el evento se hizo énfasis en la importancia de que las familias que tienen niños participen en este ejercicio, ya que de las respuestas recabadas por el Censo depende la asignación de recursos para construcción y la operación de escuelas, particularmente en las áreas con altos índices de población latina y afroamericana.
Se estima que uno de cada cinco estudiantes de educación primaria y secundaria es latino.
Sobre este tema, a través de una conferencia telefónica, líderes de organizaciones hicieron un llamado para pedir que quienes aún no confían en el procedimiento al 100% hagan preguntas y despejen sus dudas, ya que los grupos étnicos minoritarios son los que pueden obtener los mayores beneficios de que se realice un conteo correcto.
"Si no participamos habrá una gran cantidad de recursos que nuestras comunidades dejarán de recibir", comentó Hilary Shelton, director de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).
"Si vemos los usos que se le dan a los datos, éstos van desde la asignación de fondos federales para las escuelas públicas, hasta la instalación de una parada de autobús. Son usados por las empresas para saber en dónde instalan sus plantas manufactureras. No participar es una pérdida para las comunidades, y las que están ante el mayor riesgo son las que están en necesidad absoluta de esos recursos", dijo Shelton.
Por su parte Arturo Vargas, director de NALEO, dijo que una de las razones más importantes para que las comunidades minoritarias sean contadas, es el proceso de redistribución de distritos que se llevará a cabo durante el año 2011.
"Si no tenemos un conteo preciso, corremos el riesgo de que los derechos electorales de los afroamericanos y los latinos sean dañados", explicó.
Terry Ao, director del Programa del Censo para el Centro de Justicia Asiático Americano, recordó que este es el primer Censo tras los atentados del 9/11, por lo que es comprensible que algunas comunidades se encuentren temerosas. "Sabemos que es difícil resolver estos conflictos, el tema del robo de identidad o la gente preocupada por dar su información personal, pero (…) la información proporcionada es confidencial y ningún trabajador del Censo tiene derecho a difundirla, es contra la ley".
Ayer mismo la Red Nacional por los Derechos de los Inmigrantes y los Refugiados (NNIRR) lanzó una convocatoria a las organizaciones pro derechos de los inmigrantes para que se sumen a una petición que será dirigida al presidente Barack Obama y a la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, a fin de que se declare una suspensión de las actividades de aplicación de las leyes de inmigración durante la realización del Censo, con el fin de favorecer la participación de las comunidades inmigrantes en el proceso.
Se puede obtener más información sobre el Censo en http://2010.census.gov/espanol/.
EL CENSO EN CIFRAS
• 120 millones de hogares recibirán el cuestionario vía postal
• 12 millones de domicilios en áreas rurales no recibirán el cuestionario por correo por las características de su lugar de residencia
• 56,000 trabajadores distribuirán cuestionarios a mano
• 10 preguntas conforman el cuestionario. Ninguna requiere información confidencial de quien responde
• 10 minutos es el tiempo estimado para responder el cuestionario
• 25 dólares es el costo de buscar el cuestionario por cada hogar que no lo regresa por la vía postal
• 72% de la población envió su cuestionario de regreso en el año 2000
• 85 millones de dólares es lo que se ahorra el Censo por cada punto porcentual que logra elevar la cifra anterior
• 400 mil millones de dólares se distribuyen cada año a los gobierno locales y estatales con base en los resultados del Censo