EEUU: Oficina del Censo se enfoca en los hispanos
SOUTH BEND, Indiana, EE.UU. (AP) - Hijo de inmigrantes mexicanos, Mario Rosales llenará el formulario del censo de 2010, a regañadientes.
"Ya saben todo lo que hay que saber de nosotros", dice este residente de 28 años de South Bend, aludiendo al gobierno. Por más negativa que sea, la actitud de Rosales representa un progreso en relación con la de muchos hispanos hacia el censo: ya no hay tanta desconfianza, la cual ha sido reemplazada por un dejo de aceptación e incluso indiferencia.
De todos modos, la Oficina del Censo planea invertir 25,5 millones de dólares _casi un quinto de su presupuesto para publicidad_ en avisos alentando la participación de los hispanos en el conteo. A nivel local, ese esfuerzo se traduce en carteles en español en los autobuses, avisos en español en radios y diarios, y folletos, pósters y otros materiales en español.
El objetivo es fomentar la participación hispana mediante programas de educación y un contacto personal, para garantizar que la ciudad recibe los fondos federales que le corresponden. En el 2000, sólo entre el 50% y el 60% de los hogares de barrios hispanos participaron en el censo, comparado con el 69% de la población en general.
Para fines estadísticos, la participación implica que una familia respondió a las preguntas del censo. Hay muchas razones por las que los hispanos tienden a participar en menor porcentaje que los demás, según Rebecca Ruvalcaba, pero el temor y la desconfianza son dos de los principales motivos.
"Es una combinación de cosas", opinó Ruvalcaba, directora ejecutiva de la Casa de Amistad, un centro comunitario hispano de South Bend, "(pero) incide mucho la ansiedad, el miedo o como quiera llamarlo, a todo lo que tenga que ver con el gobierno". Desde el 19 de marzo, la Casa de Amistad ha funcionado como un Centro de Asistencia con el Cuestionario del censo, y los hispanos que la visitan, dice Ruvalcaba, invariablemente preguntan si la Oficina del Censo le pasará la información a los funcionarios del servicio de inmigración.
Según Allert Brown-Gort, director adjunto del Instituto de Estudios Latinos de la Universidad de Notre Dame, "el principal desafío en comunidades con muchos inmigrantes es cómo hacerle saber a la gente que la información es confidencial".
Una forma de hacerlo es destacando que las leyes federales prohiben a la Oficina del Censo pasarle información delicada a otras dependencias del gobierno.
Otra es el contacto personal con los hispanos.
Con ese fin, dice Chris Dressel, quien se desempeña como enlace con la comunidad, la Oficina del Censo le ha pedido a organizaciones comunitarias y religiosas, incluida la Casa de Amistad, "que colaboren y traten de convencer a las personas que normalmente no participarían" en el censo.
La Casa de Amistad ha estado promoviendo el censo desde el año pasado, manifestó Ruvalcaba, incluso durante la Fiesta Michiana, que tuvo lugar en agosto pasado.
Resta por verse si estos esfuerzos darán resultado. Hacia principios de abril, sólo entre el 30% y el 40% de los residentes de barrios hispanos habían respondido al cuestionario del censo, según el portal de la Oficina del Censo.
De todos modos, Ruvalcaba y Brown-Gort pronostican que el censo indicará que la población hispana, que en el último censo fue de 9.110 personas, aumentó considerablemente en los últimos 10 años.
"Comparado con el 2000", afirmó Brown-Gort, "será mucho mayor".