March 11, 2010 | El Diario NY | Articulo original

Censo 2010: Para que no queden dudas

En estos días habrán recibido una nota de la Oficina del Censo de los Estados Unidos anunciándoles que hacia el 15 marzo les llegará el cuestionario del Censo 2010, que deberían llenar y devolver alrededor del 1 de abril. Es extremadamente importante que todos los hispanos seamos contados, ya que sobre el Censo 2010 se basará la asignación de representación política municipal, estatal y federal, y la distribución de más de 400.000 millones de dólares en fondos del gobierno nacional a programas de salud, educación y vivienda, entre otros.

Preguntas y dudas

Durante la ejecución de la campaña, notamos que en nuestra comunidad hay una serie de preguntas, dudas y desconfianzas acerca del cuestionario del Censo 2010, que contiene sólo 10 preguntas.

La primera es “¿Por qué tengo que dar mi nombre?”, que se relaciona con la Pregunta 5 del cuestionario. En el Censo 2010 se solicita el nombre de los residentes en cada lugar para que no se duplique la información. De esa manera, si alguien aparece censado en dos viviendas, es posible eliminar uno de los registros. Igual que todos los otros datos personales, el nombre de las personas tiene carácter absolutamente reservado.

Otro motivo de preocupación es la Pregunta 4, donde se pide el número de teléfono. Se trata, simplemente, de que la Oficina del Censo pueda comunicarse con las personas en casos de dudas sobre alguna respuesta. Por ley, esa dependencia federal no puede compartir esa información con nadie por 72 años.

¿Visitantes o residentes?

Otro punto del censo que motiva dudas es a quien incluir como persona adicional en el cuestionario. Alguien nos dijo, por ejemplo, que para la época del censo un primo suyo se iba a hospedar en su casa durante un mes, y quería saber si debía incluirlo. La respuesta es “No”, porque las personas de visita no deben ser contadas.

¿Soy hispano de raza?

He dejado para el final una duda frecuente en qué se refiere a la Pregunta 8 (¿Es la persona de origen hispano, latino o español?) y la Pregunta 9 (¿Cuál es la raza de la persona?).

Para la Oficina del Censo, ser hispano se refiere al origen nacional, étnico o cultural del censado, sus padres y antepasados. En ese sentido, nadie es hispano de raza sino de origen. Todas las personas —sean hispanas o no — deben responder la Pregunta 8, pero muy especialmente los latinos, porque esa es la respuesta que permite establecer cuánto somos en nuestra comunidad, dónde vivimos y otros datos de importancia para que se nos asignen los recursos que nos corresponden.