Censo: Latinos quieren beneficios
CHICAGO, Illinois - Muchos inmigrantes que han recibido esta semana los formularios del Censo 2010 esperan que participar en el mismo se traduzca en beneficios para sus comunidades, pese al temor de compartir su información personal con el gobierno.
Sin miedo
"No, no tengo miedo y espero que todo esto sea por el bien de toda la comunidad hispana", dijo hoy a Efe Emilio Martínez mientras salía de una popular panadería ubicada en el barrio mexicano La Villita, en Chicago. Como muchas otras personas en todo el país Martínez, 36 años, y residente de Chicago desde hace 15, recibió esta semana su formulario del censo y aguarda a que el mismo se convierta en "escuelas, clínicas y más limpieza de las calles".
Teresa Ávila, otra residente de esta área llenó su formulario el martes y tiene plena confianza en que su información personal no llegará a ninguna otra agencia federal. "Miedo, por qué voy a tener miedo", cuestionó Ávila, de 50 años. "Al contrario tengo confianza que es para el bien de todos los hispanos." "Necesitamos un parque para la juventud en esta área, hay muchos jóvenes aquí que no tienen a donde ir, también necesitamos más escuelas y clínicas de salud que no estén tan limitadas, tan pequeñas", aseguró.
Sin embargo, este año el ejercicio demográfico ha encontrado la oposición de grupos como la Coalición Nacional de Clérigos y Líderes Cristianos que han pedido a la comunidad inmigrante boicotear el mandato constitucional a falta de una reforma migratoria. Estos sectores también alegan que el conteo ha compartido información confidencial que ha perjudicado a los indocumentados.
Incluso Margaret Carrasco, una líder comunitaria del área de Waukegan, en Illinois, también hizo un llamado a boicotear el censo. "No estoy en contra del censo, yo lo entiendo", dijo Carrasco a la publicación hispana Café Magazine del mes pasado. "Yo sé cuales son las implicaciones pero queremos llamar la atención a las ramificaciones en nuestra comunidad y cómo las familias están siendo destruidas (por inmigración)" Luego de reunirse con los alcaldes de Waukegan y West Chicago, localidades donde los hispanos son el 50 por ciento de la población y un subconteo perjudicaría los fondos federales que reciben, Carrasco cambió su posición y hoy dijo a Efe que apoya el conteo.
A pesar de esto el miedo persiste en áreas tan pobladas como La Villita, lugar de residencia para muchos inmigrantes indocumentados que temen ser descubiertos por cualquier agencia federal. "Aquí no solamente hay miedo, hay coraje y hay odio", dijo Baltasar Enríquez, organizador principal del Concilio de la Comunidad de La Villita, una agencia que trabaja con los residentes y los comerciantes para mejorar la calidad de vida de la zona. Enríquez dijo que los residentes todavía se acuerdan de la masiva redada del 2007 en el Discount Mall en la que agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cerraron el centro comercial y obligaron a los consumidores, metralletas en mano, a tirarse al piso mientras conducían un operativo para arrestar a unos falsificadores de documentos que nunca encontraron. "En esta área la gente aún recuerda la redada y no va a recibir a los empleados del gobierno con los brazos abiertos", afirmó. Enríquez también comentó una de las quejas de los residentes es que el sello o logo oficial de la Oficina del Censo se parece al de de Inmigración.
La Oficina del Censo ha puesto énfasis en su compromiso de que los datos recogidos por sus encuestadores y mediante los formularios se mantienen exclusivamente para uso del censo y no se comunican a otras agencias del gobierno. El mensaje es necesario, según la Oficina del Censo, porque millones de inmigrantes indocumentados temen que si dan información ésta termine en manos de las autoridades de inmigración y se use para deportarlos.