April 17, 2010 | EL NUEVO HERALD | Articulo original

Termina Plazo para Responder

El plazo para devolver el formulario del Censo 2010 termina con una participación por correo del 69 por ciento, tres puntos por debajo del último censo, tras una campaña de esfuerzos históricos para conseguir que todos sean contados.

 

El lema ``Sé contado'' se escuchó esta semana con especial énfasis en los anuncios, actos y últimas entrevistas de los representantes de la Oficina del Censo, por un motivo ``claro'', explicó el director de la Oficina de Publicidad, Raúl Cisneros.

 

``Devolver por correo un formulario cuesta al Gobierno 42 centavos y enviar a un trabajador a una casa a contar sus habitantes, $57. En total, esa campaña de seguimiento podría valer $1,500 millones'', precisó.

 

Alrededor de 700,000 trabajadores están obligados a dirigirse hasta seis veces a la puerta de esos hogares que no devolvieron los formularios hasta que contesten a las preguntas.

 

Y si la insistencia tampoco funciona, los representante se dirigirán a los vecinos para preguntar cuántas personas hay en ese hogar, con el fin último de conseguir la máxima exactitud en las respuestas.

 

Como último recurso para facilitar el proceso, la Oficina del Censo puso en marcha una línea telefónica el pasado 12 de abril para llamar y contestar a las preguntas.

 

Y es que, a pesar de la campaña más extensa y diversa en la historia del país, con anuncios que han sido vistos una media de 42 veces por cada persona, menos hogares han respondido si se compara al último Censo del 2000, cuando la participación por correo fue del 72 por ciento.

 

Sin embargo, las campañas en 28 idiomas, los $25 millones invertidos en anuncios en medios hispanos y los programas de concienciación en escuelas y vecindarios de personas con menos recursos parecen haber tenido otros efectos.

 

Las zonas urbanas de grandes metrópolis catalogadas como ``difíciles de contar'' por razones demográficas, socio-económicas y de vivienda, son las que más han superado los índices de participación del año 2000, según un análisis del Centro de Investigación Urbana de la Ciudad de la Universidad de Nueva York.