September 28, 2011 | La Primerisima | Articulo original

Supervisores de Los Ángeles no crearon otro distrito electoral latino

La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles aprobó la redistribución de distritos electorales sin incluir la posibilidad de un nuevo distrito latino.

La votación deja prácticamente la distribución de distritos muy similar a la configuración actual y abre las puertas a una posible demanda.

Después de más de tres horas escuchando las opiniones de cientos de residentes y de legisladores, los miembros de la junta no lograron los cuatro votos necesarios para aprobar ninguno de los tres mapas propuestos.

Dos de ellos, respaldados por Gloria Molina y Mark Ridley Thomas respectivamente, consideraban la creación de un segundo distrito latino, mientras que el presentado por Don Knabe lo dejaba sólo en uno.

La aprobación llegó después de que Mike Antonovich presentó una enmienda para que pudiera volver ser a votado, con algunos cambios, el mapa propuesto por Don Knabe.

Ridley-Thomas accedió a dar su voto para lograr la aprobación necesaria, consciente de que seguramente el condado enfrentará una demanda. "Si no hay consenso entre nosotros para adoptar un plan, entonces estamos en posición de que sea la corte la que decida para redistribuir el mapa", dijo Ridley-Thomas al conceder su voto.

Desde MALDEF se sostuvo recientemente que de no crearse un segundo distrito latino en Los Ángeles, demandarían al condado por presunta violación de la Ley de Derechos del Votante, la cual indica que debe existir representación política igualitaria conforme a los residentes.

El martes, tras el voto, el presidente de ese grupo Thomas Sáenz dijo que se estudiaría la decisión, con vistas a presentar una demanda en las próximas semanas.

Los datos del censo 2010 indican que el 47,7% de los 9,8 millones de habitantes del condado son latinos. Algunos mapas propuestos, que no consiguieron los votos necesarios de los supervisores, reflejaban que se podía crear un segundo distrito latino al tener más del 50% de sus electores hispanos.

Sin embargo, esa idea obtuvo el rechazo de los supervisores Don Knabe, Zev Yaroslavsky y Mike Antonovich. "Mi plan mueve solo 277 mil personas de distrito y los otros mapas propuestos cambian de distrito a 3,5 millones de residentes", dijo Knabe.

"Mi plan es unificar a tantas comunidades como sea posible. Consejeros externos al condado han indicado que cumple con la Ley de Derechos del Votante".

De ser presentada una demanda, sería la segunda vez que una corte decida la redistribución de distritos electorales del condado, como sucedió en 1991 en una situación similar cuando se creó el primer distrito latino, que actualmente representa Gloria Molina.

"Los mismos argumentos que hubo entonces son los argumentos que se están presentando ahora, diciendo que cambiar las líneas de los mapas resulta muy perjudicial", dijo Molina.

"Los Ángeles es la ciudad que más segrega a los latinos en oportunidades, educación vivienda y negocios. Esta población necesita una mayor representación. Dos tercios de los alumnos en las escuelas son hispanos, no están consiguiendo trabajos y no se les está educando. Ese es el futuro de nuestro condado", comentó Gary Orfield, codirector del Proyecto de Derechos Civiles y profesor de educación en UCLA.

"La pregunta aquí es si los votantes latinos cuentan o no en el condado", indicó por su parte Matt Barreto, director del Instituto para el Estudio de la Etnia y la Raza de la Universidad de Washington, que ha estudiado los patrones de comportamiento de los votantes en los últimas cinco décadas.

"Hay claras diferencias entre los votantes latinos y los no latinos. Los hispanos votan predominantemente a candidatos latinos, y los no latinos han votado consistentemente opuestos a candidatos latinos", agregó Barreto ante la Junta de Supervisores.

Sin embargo, algunos residentes latinos que acudieron a dar su opinión frente a los supervisores dijeron que no por el hecho de ser hispanos les tienen que imponer votar por un candidato latino ya que "eso es insultar a la gente".

Residentes que se mostraron en contra de la creación de un segundo distrito latino argumentaron también que "los números y las estadísticas no son más importantes que las relaciones", luego de que parte del debate se centró en los intereses que unen a las diferentes comunidades del condado de Los Ángeles.